Investigadores de siete países europeos han puesto hoy a prueba sus desarrollos en materia de inspección con drones en las instalaciones del espacio Sabadell Rambla de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, ubicado en la antigua estación de Sabadell Rambla de FGC, en el marco de una semana de pruebas organizada por el centro tecnológico Eurecat, dentro del consorcio Aero-Train.

El evento se inscribe en una semana de integración de tecnologías que se ha repartido entre la sede de Eurecat en Cerdanyola y el espacio Sabadell Rambla, en la que jóvenes investigadores han abordado los desafíos del sector de la inspección y mantenimiento, mediante la utilización de vehículos aéreos no tripulados y autónomos, desde la perspectiva de reducir al máximo los riesgos y costes asociados a los trabajos en altura y en espacios confinados, logrando a su vez la agilización de las inspecciones y el incremento de su calidad.

“La investigación en temas de robótica sigue avanzando en aspectos como la autonomía y la capacidad de decisión y Aero-Train se ha marcado el objetivo de formar a una generación de investigadores que empujen los límites de la robótica aérea explorando campos como la teleportación, la interacción humano-robot, la inspección por contacto y la manipulación aérea”, explica el responsable de la línea de Robótica Aérea en Eurecat, Julián Cayero.

En palabras del director de la Unidad de Robótica de Eurecat, Daniel Serrano, durante toda una semana dedicada a la integración de conocimientos en torno al proyecto Aero-Train, “los investigadores han puesto a prueba las capacidades de navegación autónoma de las plataformas en desarrollo en entornos sin acceso a sistemas de localización por satélite tipo GPS o Galileo”.

Esta dinámica complica la localización del robot, que debe resolver el problema teniendo en cuenta sensórica de abordo. El segundo reto es el de establecer contacto con el entorno, donde las aeronaves equipadas con actuadores diseñados para tal fin deben reconocer un objetivo y posicionarse relativamente a él hasta alcanzarlo.

En palabras de Cayero, “cada día son más las aplicaciones resueltas por los drones, pero normalmente estas aeronaves se usan de un modo pasivo, pilotadas y como medio para dotar de capacidades de movimiento tridimensional a cámaras y otros sensores, por lo que es clave avanzar hacia desarrollos más avanzados”.

El consorcio, que tiene un presupuesto de 4,1 millones de euros, cuenta con 14 socios de Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, España, Italia y Suiza.

Las pruebas se han realizado en el espacio Sabadell Rambla de Ferrocarrils, una antigua estación de la compañía, actualmente sin servicio, que en 2017 fue reconvertida en un centro de desarrollo ferroviario, aprovechando su infraestructura. Desde entonces, el espacio se utiliza para la formación de cuerpos de seguridad en situaciones de emergencias ferroviarias y para las prácticas de profesionales de FGC. El centro ofrece una visión innovadora de la capacitación, especialmente en aquellas funciones y tareas que requieren poner a la persona en una situación lo más parecida posible a la realidad.

El director de la operadora de FGC, Oriol Juncadella, resalta la singularidad del espacio Sabadell Rambla, que permite hacer prácticas como las de hoy, como si fuera una estación convencional. “Este espacio es idéntico al de una estación en funcionamiento de cualquier otro lugar de la línea, con sus vías, andenes, el tren, la señalización, la megafonía, el túnel…”. Tal y como añade, con la reconversión de la antigua estación de Sabadell Rambla, “aprovechamos la infraestructura existente para hacer formación práctica y evitamos la existencia de una estación en desuso en pleno centro de Sabadell”.

El mantenimiento de las infraestructuras

El consorcio ha constatado que los sectores industriales como la energía, el transporte, el petróleo y el gas y las industrias químicas dedican una cantidad considerable de recursos para garantizar la integridad operativa de sus activos. Entre los estados miembros más antiguos de la Unión Europea, se destina un 3,9 por ciento del PIB al financiamiento de actividades relacionadas con la infraestructura, mientras que los nuevos estados miembros destinan, aproximadamente, el 5,1 por ciento de su PIB.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Foro Económico Mundial (WEF), McKinsey y Standard and Poor’s coinciden en que, de ahora a 2030, se necesita una inversión anual en infraestructura de hasta 1,2 billones de euros en Europa, una gran parte de la cual deberá dedicarse al mantenimiento de la infraestructura envejecida de muchos países europeos.

También es importante destacar que en los últimos años se ha producido un gran número de accidentes que involucran operaciones y mantenimiento de estas infraestructuras. Además, la mayoría de los accidentes causados por riesgos de infraestructura están relacionados con el mantenimiento, principalmente con un factor humano.

Aero-Train es una apuesta a medio plazo orientada a ofrecer a los jóvenes investigadores una sólida formación interdisciplinaria en la intersección de la Mecatrónica Inteligente, la Inteligencia Artificial y la Interacción Humano-Máquina para superar los desafíos de la automatización de la monitorización y reparación de la salud estructural de la infraestructura civil e industrial. Asimismo, busca capacitar a una nueva generación de investigadores con herramientas que potencien la creatividad y la innovación en este campo.

Más información sobre el proyecto: https://eurecat.org/portfolio-items/aero-train/ y en la web https://www.aerotrain-etn.eu/