El proyecto de Eurecat de Recuperación y valorización de materias primas críticas (CRMs, por sus siglas en inglés) desarrolla nuevos procesos de hidrometalurgia sostenible para sacar el máximo valor de residuos tecnológicos y baterías.
«Los CRMs son críticos porque son importantes económicamente, a la vez que tienen un alto riesgo de suministro», explica Albert Martínez, investigador de la Unidad de Residuos, Energía e Impacto ambiental (WEEI). Estos materiales están muy presentes en residuos eléctricos y electrónicos, residuos de minería, imanes y baterías de ion litio, y uno de los puntos estratégicos de la unidad es encontrar nuevas opciones para valorizarlos.
Con este objetivo, la Unidad ha testado y desarrollado nuevos procesos de hidrometalurgia sostenible, basados en el uso de reactivos y procesos de menor impacto ambiental y con un mejor retorno económico.
«La hidrometalurgia sostenible permite cumplir con los objetivos que marcan las nuevas legislaciones europeas y al mismo tiempo diseñar procesos económicos que no dependen de la industria de escala para ser rentables para la empresa», afirma Martínez.
Gracias a estrategias de hidrometalurgia sostenible, Eurecat cumple con los objetivos marcados por la UE para baterías de ion de litio, recuperando el 98% del litio, el 93% del manganeso, 95% del níquel y el 91% del cobalto.
“Desde WEEI apostamos en el uso de la hidrometalurgia sostenible como modelo a aplicar a todo tipo de residuos de forma que se pueda reducir el impacto ambiental y económico del proceso. Se seguirá aplicando, por tanto, en nuevos proyectos y se ofrecerá a las empresas”, asegura Albert Martínez.
Las nuevas soluciones de hidrometalurgia sostenible de Eurecat van dirigidas a empresas que generan subproducto o residuo con un posible contenido de CRM.